The time is for the cup of coffee
Hemos acostumbrado a decir nos llegó la hora del café ahora creo que debemos decir le llegó la hora al café
Sí, porque tenemos que empezar a hablar del café cada vez que tomemos café y la cara amarga que presenta frente a su contribución a los gases de invernadero que calientan el planeta. El café instantáneo es casi el segundo "alimento" después de la carne roja que más daña nuestra Tierra en términos de desorden climático. Para los que no hayan leído la parte I de este artículo, pueden buscar huella de carbono del café y huella hídrica y las referencias mencionadas. El café en sus etapas de producción en la granja y durante la preparación de una taza, es cuando contribuye más a generar gases de invernadero (vea por ejemplo https://doi.org/10.1016/j.spc.2021.04.004). Al hablar con personas sobre el tema, hay quien dice no piense en esas cosas para que no se amargue. Pero tenemos que amargarnos, cómo no vamos a amargarnos?, debemos amargarnos por dejar un planeta mejor para los nietos de los nietos de hoy. Recuerdo hace casi 30 años durante una conferencia que un ambientalista mientras hacía fila para recibir su almuerzo sacaba su propio plato. Inmediatamente interpreté su conciencia de no usar un plato de plástico que luego va a tirarse a la basura. Bravo, esa persona se amargó por los nietos de los nietos que van a vivir en un planeta que él no verá y a quienes él no conocerá. Eso es conciencia, y es con consciencia cómo debemos todos tomar café. Y hay que amargarse pues debemos concientizar a una buena porción de tomadores de café que contaba en 2020 en 500 mil millones de tazas en el mundo anualmente. Ya el café está amargo con su cuota de problemas ambientales que contribuye en su cadena de suministro. Y cómo podemos contribuir a cambiar esta cara amarga del café? Desde mi humilde opinión, algunos cambios y acciones nos pueden ayudar a cuidar el planeta como:
Si, le llegó la hora al café, pero también nos llegó a nosotros la hora de amargarnos para cambiar la cara amarga del café, para que endulcemos a las futuras generaciones. Ellas nos van a agradecer pues con nuestro amargor de hoy ellos podran endulzar con miel su cafe. Si no lo hacemos, el café podría disminuir hasta en 80% su producción en 2050 por el daño que hará el calentamiento global a quienes hacen que brote una cereza de café, las abejas por su papel de polinizar o fecundar. Si nos amargamos para que nuestros amigos del futuro tengan dulce de miel y en su taza de café, a quién le amarga un dulce? 
It is no the time for a cup of coffee;  it is the for the coffee://doi.org/10.1016/j.spc.2021.04.004